jueves, 8 de marzo de 2018

CUANDO EL PERFUME SE SIENTE


Lo sutil del caminar fue lo que le distrajo de lo cotidiano, rutinario, habitual del día a día. 
El hechizo de aquella sombra le hizo voltear su mirada y sentir que estaba siendo cautivado por un tipo de atracción de la que no podría desligarse sin sufrimiento. 
Pudo ser el hedonismo al que como un converso estaba adscrito lo que le empujó a ser un clandestino sentido inexplorado que hipertrofiado de su cuerpo se manifiesta en contadas ocasiones para ser investido  por la deseada transparencia. Y qué desliz sentirse único porque lo que hacemos nunca es mudo... Lo será el pensamiento, que vestido de deseo asimila cualquier detalle de quien ansiaría para recorrer sus arrabales, sus ensanches y suburbios. Pero esa mirada de primavera, esa discreción...tan llamativa, ese olfato que distinguió su piel aromatizada con su perfume...el perfume, le hizo adivinar cuál podría ser la orilla en donde se pudiera suceder el casual encuentro.