miércoles, 16 de marzo de 2016

AUTOESTIMA DESEANTE


Nada hay nuestro, nada de nuestra propiedad que pueda venderse, tan solo aquello que no tiene precio... Piénsalo querido leyente, Sonámbulo o no. ¿Qué es lo que nunca nadie podrá robarte, o podrás vender o alguien comprarte para dejarte sin él...?. Sí éso es... 
Y aún así no le damos el valor que posee, el justo valor. Caemos en la desmesura o en la insuficiencia para sufrir por ello, como el nostalgiante sufre por lo nunca sucedido.
Le llamó para decirle que se sabía menos que los demás, que le agotaba tener que afirmar y sufrir siempre por no tener valor de creerse al menos mejor que el otro. El Sonámbulo le dijo que había llamado al lugar apropiado, que él era el mejor en aumentar el PIB de la autoestima, que estaba en la certeza de que hay pianos que saben tocar las manos... 

viernes, 4 de marzo de 2016

NO DECIR POR DECIR, SINO POR SENTIR.



El olvido es imprescindible para incorporar otros recuerdos.
Dice un adagio balinés que caminar con la cabeza a rebosar es como comer con la boca llena: no permite incorporar sabores nuevos. Y no por ello olvidar debe ser obligatoriamente exigente, imperativo en cualquier aspecto vital. Ha de ser selectivo. Por ejemplo, yo nunca olvido los lugares en los que nazco...

También reconozco que estar a la espera, como lo está cualquier Sonámbulo que se precie, no significa malgastar cualquiera de los sentidos. Hay que reivindicar que no todo lo que sucede temprano ocurre pronto. ¿Será por eso que no tengo twitter...?. Sí, afirmo que si contamos todo lo que hacemos, ya sabemos al menos en qué se va la mitad de nuestra vida. Decía un gran filósofo oriental que no se debe decir mucho de nosotros para no dejar de ser uno mismo. Al menos, añadiría yo, si no es estrictamente necesario. O también que hay momentos en los que se dice bajito, empleando el boca-oreja, sintiendo cada palabra, paladeando sílaba a sílaba, sintiendo que lo que se está diciendo no se le dice ni se le dirá  a otra persona nunca de tal forma.